Rehabilitación Intensiva en internación

La misión de INER es mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y promover su autonomía a través de un enfoque integral de rehabilitación. Estamos comprometidos en ayudarte a recuperarte de afecciones como traumatismos de cráneo, ACV, lesiones medulares y síndrome post terapia intensiva (SPTI). Nuestro equipo de profesionales altamente calificados y dedicados trabaja contigo para establecer objetivos realistas y medibles, brindándote el apoyo necesario para tu recuperación. Tu bienestar y progreso son nuestra prioridad en INER.

Patologías: Accidente Cerebrovascular (Acv) Traumatismo Craneo Encefalio (Tec) Lesiones Medulares Polineuropatías: Guillain Barre, Diabética Esclerosis Múltiple (EM ) Enfermedades Neuromusculares: Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Miastenia Gravis, Botulismo y otras. Rehabilitación de la Deglución Trastornos Severos del Estado de Conciencia por Injuria Cerebral Aspectos o funciones que se mejoran: Restauración de habilidades motoras: Ayuda a mejorar la movilidad, coordinación y fuerza muscular, promoviendo la capacidad de caminar, manipular objetos y realizar actividades cotidianas. Rehabilitación cognitiva: Trabaja en la restauración y mejora de funciones cognitivas como la memoria, atención, concentración, resolución de problemas y habilidades de pensamiento. Desarrollo del lenguaje y la comunicación: Facilita la recuperación y mejora de habilidades de expresión verbal, comprensión auditiva, lectura y escritura. Estimulación sensorial: Ayuda a mejorar la percepción y sensibilidad sensorial, permitiendo una mayor conexión con el entorno y la capacidad de respuesta adecuada a estímulos. Reintegración social y emocional: Fomenta la participación en actividades sociales, promueve habilidades de interacción social y apoya el manejo emocional, fortaleciendo la confianza y la calidad de las relaciones. Optimización de la calidad de vida: Busca mejorar la autonomía, independencia y bienestar general del individuo, permitiéndole participar plenamente en sus roles familiares, laborales y sociales.

Patologías Politraumatismos. Postoperatorio de Cirugías de Ortopedia y Traumatología. Amputaciones. Aspectos o funciones que se mejoran: Restauración de la movilidad y la función física: Ayuda a mejorar la flexibilidad, fuerza y amplitud de movimiento de las articulaciones afectadas, permitiendo a los pacientes realizar actividades cotidianas y funcionales. Fortalecimiento muscular y estabilidad: El programa de rehabilitación traumatológica incluye ejercicios y terapias específicas para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones lesionadas, mejorando así la estabilidad y previniendo futuras lesiones. Reducción del dolor: Se utilizan técnicas terapéuticas, como el uso de modalidades físicas (calor, frío, electroterapia) y terapia manual, para reducir el dolor y la inflamación en las áreas afectadas. Mejora de la coordinación y el equilibrio: A través de ejercicios y actividades específicas, se busca mejorar la coordinación y el equilibrio del paciente, ayudando a prevenir caídas y promoviendo la seguridad en el movimiento. Rehabilitación postoperatoria: En casos de cirugía traumatológica, el programa de rehabilitación se enfoca en la recuperación postoperatoria, incluyendo cuidados de heridas, movilización temprana y fortalecimiento progresivo. Educación y asesoramiento: Se brinda información y educación al paciente sobre su lesión, su proceso de recuperación y cómo prevenir futuras lesiones, así como asesoramiento sobre adaptaciones y ayudas técnicas si es necesario.

Patologías Rehabilitación del paciente dependiente de respirador ARM. Weaning dificultoso (destete del respirador). Rehabilitación post quirúrgica. Rehabilitacion Post-COVID. Aspectos o funciones que se mejoran: Mejora de la capacidad pulmonar: Ayuda a fortalecer los músculos respiratorios y mejorar la capacidad de los pulmones para recibir y distribuir oxígeno de manera más eficiente. Aumento de la resistencia física: El programa de rehabilitación respiratoria ayuda a mejorar la resistencia física, lo que permite a las personas realizar actividades diarias con menor esfuerzo y fatiga. Aprendizaje de técnicas de respiración: Enseña técnicas de respiración adecuadas para optimizar la ventilación pulmonar, reducir la sensación de falta de aire y promover la relajación. Manejo de enfermedades respiratorias crónicas: Proporciona herramientas y estrategias para el manejo de enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la fibrosis pulmonar, para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Rehabilitación física: En algunos casos, la rehabilitación respiratoria puede incluir ejercicios físicos adaptados para mejorar la fuerza muscular y la capacidad de tolerar el esfuerzo físico, lo cual contribuye a una mejor función respiratoria. Educación y apoyo emocional: Proporciona información y educación sobre el manejo de la enfermedad respiratoria, así como apoyo emocional para ayudar a las personas a enfrentar los desafíos y mantener una actitud positiva.

Aspectos o funciones que se mejoran: Restauración de la fuerza y la función muscular: Ayuda a reconstruir la fuerza muscular y la función física que pueden haberse debilitado durante la hospitalización en terapia intensiva, permitiendo al paciente retomar las actividades diarias. Rehabilitación respiratoria: Enfoca en mejorar la función pulmonar y la capacidad respiratoria después de problemas respiratorios graves o la necesidad de ventilación mecánica durante la estancia en terapia intensiva. Rehabilitación neurológica: Si se presentaron complicaciones neurológicas durante la hospitalización en terapia intensiva, el programa de rehabilitación puede abordar la recuperación de habilidades motoras, cognitivas y de comunicación. Restablecimiento de la movilidad y la coordinación: Trabaja en la mejora de la movilidad, la coordinación y el equilibrio, permitiendo al paciente recuperar la capacidad de caminar, moverse de forma independiente y realizar actividades funcionales. Mejora del estado emocional y psicológico: Brinda apoyo psicológico y emocional para ayudar al paciente a enfrentar y adaptarse a los cambios físicos y emocionales asociados con la hospitalización en terapia intensiva, fomentando la resiliencia y el bienestar mental. Orientación y educación: Proporciona información y educación al paciente y a sus familiares sobre los cuidados posteriores, las precauciones necesarias, las adaptaciones requeridas y los recursos disponibles para facilitar la transición hacia la vida después de la terapia intensiva.